viernes, 27 de noviembre de 2009

Chutney de tomate

Preparé este plato para nuestra fiesta de la India, y la verdad es que es fácil y rico. La receta está basada en la del libro The Complete Book of Indian Cooking de la editorial Om, que compré en Delhi cuando estuvimos hace unos cuantos años y que me recomendaron en la librería como bastante auténtico.

Necesitáis un poco de aceite, canela, clavos, comino, semillas de mostaza, ajo, jengibre, pimienta de Cayena (o guindillas secas), azúcar moreno y 1 kilo de tomates.

Calentar un chorro de aceite y freír en el brevemente la canela, los clavos y el comino molido. La cantidad es a gusto del consumidor. Los indios ponen una cucharadita de cada cosa, yo creo que puse más o menos media cucharadita de cada.

Añadir cuatro dientes de ajo picados y freír un poco más. Añadir entonces el jengibre (1/2 cucharadita también), la pimienta de Cayena (mucho menos de media cucharadita!) o una o dos guindillas picadas y 4 cucharadas de azúcar moreno. Remover bien, dejar reducir un poco y añadir entonces los tomates picados. Cocer una media hora. Dejar enfriar y servir.

Buenísimo con cualquier cosa, desde unos palitos de pan a cualquier carne al horno o la plancha.

viernes, 7 de agosto de 2009

Fugaza


Otra exquisita receta del libro The new family bread book, que en casa triunfó mucho y que no es nada difícil de hacer y sale muy, muy bien.

500 gramos de harina, un par de cucharaditas de sal, dos sobres de levadura seca o unos 20 gramos de levadura fresca, 300 ml de agua a unos 35 grados, 3 cucharadas de aceite de oliva y un relleno de vuestra elección, en mi caso, cebolla tierna y tomate picados.

Mezclar la harina y la sal y hacer un hueco en el centro. Mezclar la levadura con una cucharada de agua y añadirla a la harina junto con el resto del agua y una cucharada de aceite de oliva. Trabajar hasta conseguir una masa elástica que no se pegue al bol. Añadir más harina si es necesario.

Amasar la mezcla unos 10 o 15 minutos, estirándola y volviéndola a juntar y aplastándola con la parte inferior de la mano.

Colocar la masa en un recipiente grande untado con las dos cucharadas restantes de aceite de oliva. Tapar con un trapo húmedo y dejar reposar una hora en un lugar fresco.

Cuando haya pasado la hora, la masa habrá doblado su tamaño. Volver a amasarla unos 5 o 10 minutos. incorporar entonces el relleno con cuidado de no humedecer demasiado la masa. Otros buenos rellenos pueden ser olivas, alcaparras o maíz dulce, además de hierbas frescas.

Darle entonces forma plana con las manos (sin rodillo) en una asadera engrasada con aceite de oliva. Cubrir la masa y dejar reposar una hora, para que vuelva a aumentar de tamaño.

Espolvorear con sal gruesa y condimentar con un hilo de aceite de oliva. Hornear entonces unos 20 o 25 minutos a 220ºC. Retirar del fuego y empezar a disfrutarla tibia...

miércoles, 5 de agosto de 2009

Galletas de plastilina


Hemos hecho estas... curiosas galletas que parecen de plastilina y que están muy ricas con los pompones hoy mismo.

Como es una actividad totalmente pomponil, la receta está publicada en nuestro blog hermano, tres pompones. Si queréis verla, sólo tenéis que hacer clic aquí. Y así de paso conocéis este nuevo blog de actividades para los peques.

Besos!

martes, 4 de agosto de 2009

Madalenas/Brioches de chocolate


Esta es una de las recetas del libro del que os hablé. El libro dice que se trata de brioche, pero yo me inclino más por unas madalenas, por la textura y el sabor. Las he hecho dos veces, la primera con aceite de girasol (arriba) y la segunda con mantequilla (abajo). En ambos casos quedaron estupendas y desaparecieron el mismo día.

He alterado alguna cantidad, pero en principio me he dejado guiar por la receta, que es perfecta. Los pastelillos suben enseguida y quedan esponjosos y muy ricos.


250 gramos de harina, 3 huevos, 4 cucharadas de azúcar, un sobre de levadura seca o unos 10 gramos de levadura fresca, 4 cucharadas de leche, 100 gramos de mantequilla pomada u 80 gramos de aceite vegetal, cuadraditos de chocolate, sal.

Mezclar la harina con el azúcar y un pellizco de sal y darle folma de volcán. Disolver la levadura en una o dos cucharadas de agua a unos 35 grados y añadirla al hueco de la harina. Añadir también los huevos batidos y la leche a 35 grados también. Mezclar hasta tener una masa elástica.

Puede que tengáis que añadir un poco más de harina o sencillamente armaros de paciencia, porque la masa se engancha por todas partes y es difícil de amasar. Tenéis que trabajarla entre cinco y diez minutos, e ir añadiendo poco a poco el aceite o la mantequilla, en pequeñas porciones. Idlas incorporando con paciencia hasta que estén completamente integradas.

Envolver la masa en plástico transparente y dejarla reposar en la nevera por lo menos una hora.

Preparar los moldes de madalenas. Yo usé unos moldes de Lekué que compré en internet y me dieron un resultado perfecto sin necesidad de engrasar. Viva la silicona.

Dividir la masa en pequeñas bolitas (que cubran unas 3/4 partes de vuestros moldes) y meterles un trocito de chocolate dentro a cada una. Dar forma de bolita y colocar en el molde. Dejar reposar una media horilla antes de hornear en horno precalentado a 200ºC durante unos 10 minutos.

Antes de meterlas en el horno se pueden glasear con huevo, leche y azúcar.

domingo, 2 de agosto de 2009

The new family bread book


Cuando estuve en Londres compré este libro en una de mis librerías favoritas de Notting Hill, Books for cooks, y es una de las mejores compras que he hecho últimamente.

El libro está lleno de explicaciones sencillas y de panes fáciles hechos con levadura (tanto de panadería como seca) o sin ella, con diferentes tipos de harina, dulces, salados y rellenos. Está escrito de forma clara y las recetas son fáciles de seguir y de practicar.

Pronto publicaré mi versión del brioche con chocolate y de fugaza de tomato y albahaca, pero ambas recetas triunfaron ampliamente en casa y entre nuestros amigos.

Un libro estupendo para los que queremos empezar con el pan ;-)

martes, 30 de junio de 2009

Teriyaki de atún

Vale, vale, la última japonesa de hoy ;-) Es increíble la cantidad de cosas que se pueden preparar con ingredientes parecidos, variando apenas la proporción...

Medio kilo de atún (en un taco o en filetes), harina, salsa de soja, mirin, sake, azúcar, jengibre (entero o en polvo).

Mezclar seis cucharadas de salsa de soja, cuatro de mirin y una o dos de jengibre (rallado si tenéis la raíz entera o en polvo).

Cortar el atún en dados regulares y rociarlos con la salsa. Dejar macerar un par de horas.

Pinchar los dados en brochetas (tres o cuatro dados por brocheta), y hacerlas a la plancha con un poco de aceite.

Mezclar 6 cucharadas de salsa de soja, 4 cucharadas de mirin, 4 de sake y dos de azúcar en la sartén en la que hemos preparado las brochetas. Llevar a ebullición hasta que el azúcar se haya disuelto y la salsa espese.

Devolver las brochetas a la sartén y darles un par de vueltas por la salsa. Servir.

Yakitori

Bueno, se nota que tenía un montón de recetas que subir y que no encontraba el momento. Y se nota que en casa nos gusta la comida japonesa ;-)

Un par de pechugas de pollo (enteras o en filetes), cinco o seis cebollas tiernas, sake, salsa de soja, mirin y azúcar.

Cortar las pechugas de pollo en dados. Si usáis filetes, enrolladlos sobre sí mismos hasta que tengan el tamaño de un dado de pollo.

Cortar las cebollas tiernas en dados de medida similar al pollo. En Japón se usa la parte verde de la cebolla, que es un poco diferente a la nuestra, pero yo usé las cebollas enteras sin problemas.

Preparar las brochetas alternando el pollo y la cebolla tierna. Con cinco o seis piezas basa. Se suele empezar y terminar con pollo.

Preparar la salsa mezclando media taza de sake, media de mirin, una de salsa de soja y dos o tres cucharadas de azúcar. Llevar la mezcla a ebullición y remover constantemente hasta que el azúcar se disuelva.

Untar las brochetas con la salsa y colocarlas en el horno con la placa y el grill encendidos. Ir dándoles la vuelta y untándolas constantemente con la salsa hasta que el pollo esté bien cocido.

Okonomiyaki

Descubrí este plato en la novela "Ni de Eva ni de Adán" de Amélie Nothomb. Los personajes lo preparaban varias veces y se me hacía la boca agua cada vez que surgía. Así que cuando en mi súper chino de confianza encontré la salsa para okonomiyaki, no me lo pensé dos veces, la compré y me fui directa a casa a probarla.

Sé que los puristas diréis que esto no es un okonomiyaki como manda la tradición, y es cierto. Me faltaba el ñame japonés para darle textura a la masa y me faltaban los copos de bonito para forrar la tortillita una vez preparada. Por lo demás, tiene los ingredientes básicos, aunque es una receta a la que se le pueden añadir mil cosas, y las recetas que he encontrado por internet usan todo un despliegue de verduras y mariscos.

1 taza de harina (puede usarse harina de arroz), una taza de caldo dashi (o caldo de verduras o agua), media col china, 1 cebolla tierna, 3 ó 4 huevos, carne de cerdo cortada en tiras finas (si puede ser, con un poco de grasa, o carne picada, o incluso beicon), salsa para okonomiyaki (que puede sustituirse por salsa para yakitori o incluso por una buena salsa HP inglesa).

Mezclar con un agitador la harina y el caldo. Si se tiene, se puede añadir un poco de ñame japonés rallado, que tiene una consistencia gomosa y ayuda a ligar bien la masa. Añadir los huevos y mezclar bien. Picar la col china y la cebolla y mezclarlo con la masa. Saltear la carne de cerdo y cuando esté dorada tirarle encima un par de cucharadas de la mezcla. Cocerla como una tortilla, darle la vuelta cuando cuaje de un lado y dejar cuajar del otro. Cuando esté a punto, untarla de salsa de okonomiyaki y ponerle mayonesa (si os gusta, a mí no me gusta mucho, así que no le pongo) y copos de bonito seco. Servir.

Se le pueden añadir shiitakes, gambas, zanahoria, sepia... Las posibilidades son infinitas. Realmente está para chuparse los dedos y es muy fácil y rápido de preparar. En internet encontraréis varios vídeos que os enseñan cómo se hace.

Gyoza

Las gyoza son unas empanadillas japonesas que se hacen a la plancha. La semana pasada fue el cumpleaños de Ainhoa y preparamos unas cuantas para cenar. Son un poco entretenidas, pero el resultado es estupendo. Y perdón por la desaparición, pero han sido unos meses muy difíciles. Espero mantenerme un poco más activa.

1/2 kilo de carne picada de cerdo, 2 cebollas tiernas, 2 dientes de ajo picados, 1/2 col china, obleas para hacer gyoza (las encontraréis congeladas en las tiendas orientales, son pequeñas y van en paquetes grandes y transparentes), salsa de soja, aceite de sésamo, sake, vinagre de arroz.

Escaldar la col en agua hirviendo hasta que quede blanda pero sin perder el color. Escurrirla bien, picarla muy fina y mezclarla con la carne de cerdo. Picar la cebolla tierna y añadirla también a la mezcla de carne y col.

Sazonar la mezcla con 2-3 cucharadas de salsa de soja, 2-3 cucharadas de aceite de sésamo y 2-3 cucharadas de sake.

Tomar pequeñas cucharaditas de la mezcla y ponerlas en el centro de las obleas para gyoza. Cerrar las empanadillas haciendo un pliegue en la masa, y dejarlas en posición vertical con la parte cerrada hacia arriba.

En una sartén con tapa, poner unas gotas de aceite e ir colocando las gyoza un poco separadas unas de otras. Dejar cocer un rato hasta que la base de las empanadillas esté dorada. En ese momento, añadir un vaso pequeño de agua y tapar la sartén. Dejar que se vayan cociendo hasta que toda el agua se haya evaporado.

Sacar y servir, acompañadas de una salsa hecha con vinagre de arroz y salsa de soja a partes iguales. Mojar las gyoza en la salsa y disfrutar.

miércoles, 28 de enero de 2009

Sopa agripicante de gambas


Este fue el entrante de la cena de bienvenida de Marta, y la verdad es que es una sopa facilísima y muy, muy rica. La receta original estaba en "El libro de la cocina exótica" de Altaïr (que se puede encontrar al menos en castellano y catalán). Yo lo compré en la librería Altaïr de Barcelona, donde es un placer ir a pasar las horas muertas y empezar a planear viajes. Antes trabajaba cerca de allí y siempre que podía, me escapaba a comprar algún libro de fotos, de cocina o de lenguas de otros países. Igualmente recomendable es la revista de viajes homónima.

500 gramos de gambas, la piel rallada de medio limón, pimienta de Cayena, el zumo de media lima, 2 cebollas tiernas cortadas a rodajas finas, cilantro fresco, aceite y sal.

Pelar las gambas. Reservar las colas y saltear en una olla las cabezas y las pieles con un chorro de aceite. Cuando estén doradas, majarlas bien con un mortero. Añadir un litro de agua, la piel del limón, pimienta de Cayena y sal. Cuando hierva, ponerlo a fuego bajo y dejar que hierva unos 20 minutos, tapado.

Colar el caldo y volver a ponerlo en la olla. Incorporar las gambas peladas y cocer 5minutos más.

Apagar el fuego y añadir el zumo de lima. Servir y espolvorear en cada plato el cilantro picado y la cebolla tierna.

En la receta original se le añadían un par de cucharadas de salsa de pescado a la hora de servir, pero yo no tenía y ya me gustaba el sabor que le había quedado. Tampoco llevaba cebolla tierna, pero a mí me encanta y creo que en las sopas queda muy bien porque es fresca y crujiente.

lunes, 26 de enero de 2009

Tajín de kefta con huevos


Otro exquisito tajín del mismo libro que he hecho un par de veces y que en casa ha triunfado como pocas cosas... Es un plato muy de invierno, de cuchara y de pan. Estos días de frío apetece un montón.

1 kilo de carne picada de ternera, 4 huevos, 5 tomates rallados (o media lata de tomate natural), 2 cebollas picadas, pimentón dulce, comino, perejil, cilantro, aceite, sal y pimienta.

Mezclar la carne picada con la mitad de la cebolla, un par de cucharadas de perejil picado y un poco de aceite. Añadir el pimentón, el comino y sal. Mezclar bien y formar pequeñas bolitas.

En una cazuela (si teneís un tajin, mejor todavía), poner el tomate rallado, la otra mitad de la cebolla, cilantro, perejil, sal, pimienta y un poco de aceite. Añadir un vaso de agua y cocer 10 minutos a fuego medio.

Añadir las albóndigas y dejarlas cocer 15 minutos a fuego medio. Romper los huevos sobre la cazuela (1 huevo por persona, así que yo pongo 5 en lugar de 4), y dejarlos cocer unos minutos.

Servir muy caliente.

Tajín de pollo con patatas y aceitunas


Esta receta es de un libro que me encanta. Se llama "La cocina de mi madre: Marruecos" y es de Intermón-Oxfam. Las recetas son exquisitas, pero además el libro está lleno de fotos hermosas de Marruecos y su gente.

Hace una semana dimos la bienvenida a Marta a Catalunya, bueno, más concretamente a Caldes ;-) y preparamos este plato para cenar. Hala, hacemos extensiva la bienvenida a la blogosfera. Esperamos que se sienta como en casa.

1 pollo cortado a cuartos u octavos, 5 ó 6 patatas grandes, 125 gramos de aceitunas, 2 tomates cortados a rodajas, 2 tomates picados, 1 limón, 1 cebolla picada, 2 dientes de ajo picados, 1 poco de cúrcuma, perejil picado, cilantro picado, aceite, sal y pimienta.

En una cazuela grande, rehogar el pollo con las rodajas de tomate, la cebolla, el ajo, el cilantro, la cúrcuma, el perejil, sal y pimienta.

Pelar y cortar las patatas a dados. Cuando el pollo esté dorado, echar las patatas a la cazuela y añadir agua (o caldo) hasta que la carne quede cubierta. Cocer una hora a fuego medio, tapado. Si el agua se evapora, añadir más.

Pasada la hora, añadir el tomate picado, las aceitunas y el limón lavado y cortado a rodajas. Cocer 15 minutos más a fuego suave.

Servir muy caliente.

La receta original se hace con aceite de cacahuete, limón encurtido y aceitunas moradas. Lo de las aceitunas fue despiste, pero el aceite de cacahuete y el limón encurtido son difíciles de conseguir.

jueves, 22 de enero de 2009

Ventalls


Vale, este es, sin duda alguna, el postre número 1 del ránquing de postres caseros del pomelo. La receta es de Xocoa, una cadena de tiendas de chocolate que hace unos años tenía también una granjita en la calle Petritxol de Barcelona que era parada obligatoria en cualquier excursión a la ciudad. Allá llevábamos a nuestros visitantes de otras latitudes a probar ventalls (abanicos, en catalán), tartas, pastas y un suizo que quitaba el hipo. Por desgracia la granja ha cerrado, pero los establecimientos Xocoa han proliferado por toda la ciudad y venden bombones y creaciones con chocolate de todo tipo, muy recomendables.

En fin, vimos un día esta receta en la tele (hace unos cuantos años), la probamos y bueno, ahora el pomelo pide su ración cada par de meses. La hicimos, como demuestra la foto, para fin de año, y fue un éxito, particularmente con Ainhoa ;-)

2 claras de huevo (grandes), 100 gramos de almendra molida, 100 gramos de azúcar, 200 gramos de nata líquida, 300 gramos de chocolate de cobertura.

Calentar la nata líquida y cuando llegue al punto de ebullición, retirar del fuego y poner el chocolate cortado a trocitos. En la receta original, la nata se añadía en dos partes, pero yo lo hago así y sale bueno igual. Remover bien hasta que el chocolate se deshaga por completo. Dejar enfriar, y una vez frío conservar en la nevera (si puede ser, durante un par de horas).

Montar las claras a punto de nieve. Añadir el azúcar y seguir batiendo. Cuando el azúcar esté bien incorporado, añadir la almendra en polvo y remover suavemente con una espátula.

En la receta original, la mezcla se pone en una manga pastelera y con ella se hacen unos discos de merengue sobre una bandeja forrada con papel de horno. Todavía soy un poco patosa con la manga, y las últimas veces que lo he hecho tenía un poco de prisa, así que yo preparo los discos con unos aros para moldear la comida. La cuestión es que tienen que quedar unos discos de merengue perfectamente redondos y no muy gruesos. Se hornean unos cinco minutos a 200 grados.

Y ya solo queda montarlos. Coger un disco de merengue, colocarle encima una buena cantidad de trufa y darle forma cónica (es decir, más trufa en el centro que en los bordes). Cubrir con otro disco y untar con un poco de trufa por encima. Se puede decorar con azúcar glas, fideos de chocolate o cualquier otra cosa que os guste. Si no los vais a consumir inmediatamente, guardadlos un rato más en la nevera, y en el momento de servir, cortadlos en cuartos. Hay que cortarlos en cuartos para que tengan la forma de ventall característica, y porque son una bomba calórica, así que mejor tomarlos en pequeñas cantidades.

martes, 6 de enero de 2009

Fudge de chocolate y pistacho

Se ha acabado la Navidad. Tengo una lista de buenos propósitos que ronda el millón de puntos y no voy a tener suficiente tiempo en mi vida (o en dos o tres vidas) para cumplirlos todos. Uno de ellos debería ser actualizar el blog más a menudo. La verdad es que me meto en demasiados fregaos y a la hora de la verdad me cuesta llegar a todo. Pero no puedo evitarlo, siempre tengo ganas de hacer cosas.

Durante estas vacaciones he estado bloggeando bastante. He tenido una pequeña crisis de salud que me ha obligado a bajar el ritmo y a dedicarme a la vida contemplativa, y la verdad es que me ha gustado mucho :-)

Y lo cierto es que me he sentido muy navideña y muy inspirada gracias a varios blogs, pero especialmente gracias al calentario de adviento de Marona, que tiene un blog estupendo que me encanta visitar.

Entre las muchas inspiraciones que he encontrado por su blog estos días (es decir, entre las muchas recetas que le he copiado ;-)), este fudge de chocolate y pistacho ha sido una de las mejores. O eso opinan el pomelo y varios de nuestros amigos. La receta la sacó Marona de otro sitio (la receta es de una cocinera llamada Nigella Lawson), pero os animo a que lo descubráis vosotros mismos en su blog, que no tiene desperdicio. Yo os copio la receta aquí tal y como la hicimos en casa.


1 lata pequeña de leche condensada, 350 gramos de chocolate de cobertura, 50 gramos de mantequilla, 150 gramos de pistachos pelados.

Poner en un cazo la leche condensada, el chocolate y la mantequilla. Cocer a fuego suave hasta que el chocolate se funda. Remover un poco y añadir los pistachos picados gruesos (con un cuchillo, un poco aplastados con un mortero, pero no reducidos a polvo).

Mezclar bien y colocar en una fuente forrada con papel de aluminio o papel de cocina. Es importante que el fudge no quede demasiado grueso (porque es extra dulce y más vale tener que comer más que dejarlo a la mitad). Hay que extender bien la masa con ayuda de una espátula.

Después, tapar con más papel de aluminio o cocina y dejar enfriar en la nevera. Cuando esté firme, cortar en cuadrados de un par de centímetros de lado y servir.