martes, 6 de enero de 2009

Fudge de chocolate y pistacho

Se ha acabado la Navidad. Tengo una lista de buenos propósitos que ronda el millón de puntos y no voy a tener suficiente tiempo en mi vida (o en dos o tres vidas) para cumplirlos todos. Uno de ellos debería ser actualizar el blog más a menudo. La verdad es que me meto en demasiados fregaos y a la hora de la verdad me cuesta llegar a todo. Pero no puedo evitarlo, siempre tengo ganas de hacer cosas.

Durante estas vacaciones he estado bloggeando bastante. He tenido una pequeña crisis de salud que me ha obligado a bajar el ritmo y a dedicarme a la vida contemplativa, y la verdad es que me ha gustado mucho :-)

Y lo cierto es que me he sentido muy navideña y muy inspirada gracias a varios blogs, pero especialmente gracias al calentario de adviento de Marona, que tiene un blog estupendo que me encanta visitar.

Entre las muchas inspiraciones que he encontrado por su blog estos días (es decir, entre las muchas recetas que le he copiado ;-)), este fudge de chocolate y pistacho ha sido una de las mejores. O eso opinan el pomelo y varios de nuestros amigos. La receta la sacó Marona de otro sitio (la receta es de una cocinera llamada Nigella Lawson), pero os animo a que lo descubráis vosotros mismos en su blog, que no tiene desperdicio. Yo os copio la receta aquí tal y como la hicimos en casa.


1 lata pequeña de leche condensada, 350 gramos de chocolate de cobertura, 50 gramos de mantequilla, 150 gramos de pistachos pelados.

Poner en un cazo la leche condensada, el chocolate y la mantequilla. Cocer a fuego suave hasta que el chocolate se funda. Remover un poco y añadir los pistachos picados gruesos (con un cuchillo, un poco aplastados con un mortero, pero no reducidos a polvo).

Mezclar bien y colocar en una fuente forrada con papel de aluminio o papel de cocina. Es importante que el fudge no quede demasiado grueso (porque es extra dulce y más vale tener que comer más que dejarlo a la mitad). Hay que extender bien la masa con ayuda de una espátula.

Después, tapar con más papel de aluminio o cocina y dejar enfriar en la nevera. Cuando esté firme, cortar en cuadrados de un par de centímetros de lado y servir.

3 comentarios:

Marona dijo...

Esta receta ha triunfado estas navidades. Con lo fácil que es y lo vistosa (y sabrosa) que queda... ¡Un besazo!

Noe dijo...

Tengo que probar eso COMO SEAAAAAAAAAAAA!!!

Espero que blogeeeees más XD
Yo leo mucho pero escibo poco, ese es uno de los mil propósitos de año nuevo que yo tampoco podré llevar a cabo ni en un par de vidas ;)

Paula dijo...

Ostras, Marona, a mi Pomelo le ha alucinado totalmente. Un nuevo plato favorito únicamente superado por los Ventalls del Xocoa, que hice para fin de año y que subiré en cuanto tenga un ratillo.

Y mi madre se puso blanca al probarlos y gritó: "¡Es dulce de leche!"

Triunfaron en nuestra excursión a la nieve, triunfaron en Navidad y triunfaron con nuestros amigos un día que los hice en casa.

Son la bomba :-)

Noe, ya tardas, hija. Nada más fácil. Yo los he probado con otros frutos secos, por ejemplo con avellanas, y también quedan de lujo. Creo que hay que probarlos con quicos o pipas, con ese contrapunto salado, y seguro que quedarán de miedo también.

Aix. Tengo una lata de leche condensada en la cocina. A lo mejor me pongo ahora mismo...

Estáis las dos invitadas.

Besotes!