jueves, 27 de noviembre de 2008

Moujadara


Voy a probar a poner las fotos un poquito más grandes... a ver qué tal. Se aceptan toda clase de opiniones.

Este plato es también de un libro sobre cocina libanesa de Intermon Oxfam. Lo probé, porque gracias a Isma Prados sé que el arroz y las legumbres consumidos juntos dan lugar a proteínas complejas, de más calidad ;-)

Es fácil, es muy rápido, y está muy rico, de verdad.

225 g de lentejas, aceite de oliva, 100 gramos de arroz basmati, 1 cebolla picada, 1 cebolla cortada a rodajas, sal, pimienta y comino.

Poner las lentejas en una olla, taparlas con agua y llevarlas a ebullición. Dejarlas veinte minutos, retirarlas del fuego y escurrirlas. Se pueden sofreír un poquito antes de ponerles el agua.

Calentar un chorro de aceite de oliva en una sartén y añadir la cebolla picada. Cuando esté dorada, agregar el arroz, las lentejas, sal, pimienta y comino al gusto (pero hay que ser generosos con el comino). Cubrirlo todo con agua y llevarlo a ebullición. Bajar el fuego al mínimo y cocer 15 minutos. Remover de vez en cuando. Cuando el arroz esté cocido, colarlo (si sobra agua, yo siempre le pongo la cantidad adecuada para que lo absorba todo) y repartirlo en los platos.

Freír la cebolla cortada en rodajas en abundante aceite, hasta que esté dorada y crujiente. Repartirla en los platos, por encima del arroz.

sábado, 25 de octubre de 2008

Shorbet al dajaj bil crema - Crema de sopa de pollo


Esta es una receta libanesa de un libro de Hussien Dekmak para la editorial de Intermón-Oxfam. A los pompones les encanta (a mí también) y es un plato que apetece... o apetecerá en cuanto empiece el frío de verdad.

1 cucharada de mantequilla, 1 chorrito de aceite de oliva, 1 cebolla picada, 300 gramos de pollo a dados, 1 litro de caldo, 200 ml de nata líquida, sal y pimienta.

Fundir la mantequilla en una cazuela con un chorrito de aceite para que no se queme. Añadir la cebolla picada y saltearla hasta que se dore. Agregar el pollo y saltear también, hasta que quede bien hecho y dorado.

Añadir el caldo a la cazuela y llevar a ebullición. Dejar hervir a fuego medio unos 15-20 minutos. Reducir el fuego al mínimo y añadir la nata líquida. Remover bien hasta que tenga consistencia de crema. Rectificar de sal y añadir pimienta.

Servir muy caliente.

martes, 5 de agosto de 2008

Mi bun xao voi rau dau


Hoy me he atrevido con un plato vietnamita. Estoy haciendo limpieza de nevera ante la inminencia de las vacaciones y el plato me ha ido bien para terminar un paquete de fideos de arroz y una col china de las Gyozas del otro día. Ha quedado muy rico y los pompones se lo han zampado en un abrir y cerrar de ojos, lo que siempre es una alegría cuando el plato lleva verduras... Y además, se prepara en diez minutos. Lo que más tiempo me ha llevado ha sido cortar la zanahoria con la mandolina, el resto, rapidísimo.

100 gramos de tallarines de arroz cocidos, 2 dientes de ajo picados, 1 zanahoria grande cortada en juliana, 50 ml de agua, 100 gramos de col china cortada en juliana, medio pimiento verde cortado en juliana, 1 cucharada de salsa de ostras, 1 cucharada de salsa de soja, cilantro picado, sal y pimienta.

Calentar un poco de aceite en un wok y saltear el ajo y la zanahoria un minuto. Añadir el resto de verduras y sofreír un poco más. Añadir entonces el agua y las dos salsas y remover. Dejar cocer un par de minutos y añadir los fideos de arroz cocidos. Revolver bien para mezclar, espolvorear con el cilantro picado y servir enseguida.

En las variaciones de este plato que he encontrado, se usa bok choy en lugar de col china, y se añade también cebolla tierna. Personalmente, creo que se puede variar el plato añadiendo todo tipo de verduras en juliana.

viernes, 25 de julio de 2008

Hortobágyi palacsinta

Ayer hice un plato húngaro. Tenía un poco de pollo y quería preparar algún plato mínimamente elaborado para que los pompones comieran sano y me encontré con esta receta en uno de mis libros de cocina (Especialidades húngaras, de la editorial Könemann). Quedó exquisito y es muy, muy sencillo. Yo adapté la receta para hacer un plato más veraniego, porque la preparación original era más parecida a unos canelones, más pesada, y la verdad es que resultó ser toda una sorpresa.

Primero hay que preparar unas cuantas tortitas, parecidas a crepes. Se preparan así:

200 gramos de harina, sal, 2 huevos, 250 mililitros de leche, 150-200 mililitros de agua fría, aceite o mantequilla.

Mezclar la harina, la sal, los huevos y la leche hasta conseguir una masa lisa y sin grumos. Ir añadiendo poco a poco el agua hasta que la masa quede líquida y cremosa. Calentar una sartén y repartir una cucharadita de aceite o mantequilla por toda la base. Poner un cucharón de masa en la sartén, extendiéndolo bien, y dorarlo por ambos lados. Tienen que quedar unas crepes finas, pero consistentes y manejables. Salen unas 10-12 tortitas

En la receta original se usaba agua con gas en lugar de agua, pero yo no tenía.

Después, preparamos el relleno:

1/2 kilo de pollo deshuesado, 1 cebolla, aceite, 1/2 cucharadita de pimentón (dulce), 1 pimiento, 1 tomate, 300 ml de nata, sal y pimienta.

Calentar el aceite en una sartén. Añadir la cebolla y saltear hasta que esta esté transparente. Retirar del fuego, añadir el pimentón y remover bien. Añadir el pollo cortado en trozos y saltear a fuego vio unos minutos. Reducir el fuego, añadir el pimiento y el tomate picados y dejar cocer a fuego suave, tapado.

Cuando las verduras se hayan cocido, añadir la nata líquida y cocer un rato más a fuego lento. Salpimentar.

Cuando la salsa esté bien mezclada y cocida, triturarlo todo. Rellenar con la pasta resultante las tortitas, y envolverlas en forma de paquetito. Servir.

La receta original separaba el pollo de la salsa, trituraba la salsa con las verduras, rellenaba los paquetitos con el pollo desmenuzado y parte de la salsa, y tiraba la salsa restante por encima de los paquetitos, que después se metían en el horno y se servían bien calientes.

En lugar de nata líquida la receta usa nata agria, pero aquí es relativamente difícil de encontrar.

Y finalmente... No puedo poner foto porque me olvidé la cámara en casa de Oriol y Sara, y tengo que ir a buscarla un día de estos. Pero prometo enmendar el entuerto pronto ;-)

domingo, 27 de abril de 2008

Muffins de plátano, avena y chocolate

Sigo muy liada y sin poder escribir tanto como me gustaría, pero últimamente he intentado volver a cocinar, porque me va bien para relajarme y no pensar en los documentales con los que estoy trabajando...

Y hace días que voy haciendo pruebas con los muffins, o con las magdalenas, que siempre ha sido un dulce que se me ha resistido un poco. Tras diferentes pruebas estoy empezando a cogerle el truco a la preparación, y creo que el mérito lo tienen, en gran parte, los moldes de silicona para muffins que compré hace un tiempo.

Esta receta es de la revista de Lecturas de la que ya os he hablado. Últimamente he adaptado varias recetas de esa publicación, y la verdad es que salen todas riquísimas.

180 gramos de harina, 100 gramos de copos de avena, 150 gramos de azúcar, dos cucharaditas de levadura en polvo, una pizca de sal, 1 huevo, 1 plátano maduro, 1 manzana, canela, 1 cucharada de mantequilla, 1 yogur natural, 8 cucharadas de aceite de girasol, 100 gramos de chocolate rallado.

Pelar la manzana, quitarle el corazón y cortarla en cubos. Fundir la mantequilla en una sartén y saltear la manzana con 20 gramos de azúcar y n poco de canela. Cuando la manzana esté blanda, apartar del fuego y triturar.

Mezclar la avena, la harina, el resto del azúcar, la levadura y la sal.

Batir los huevos con varillas hasta que aumenten el volumen. Añadir el puré de manzana frío, el yogur y el aceite. Mezclar. Añadir el plátano hecho puré y remover.

Juntar la mezcla húmeda con la seca y mezclar bien. Añadir el chocolate rallado.

Llenar con esta mezcla las tres cuartas partes de los moldes de muffins. Hornear en horno precalentado a 180 grados durante 20 ó 25 minutos, hasta que hayan crecido y se hayan dorado.

Dejar enfriar y servir.

sábado, 5 de abril de 2008

Arroz con bogavante


El arroz no es una de mis especialidades, ni mucho menos. Me cuesta mucho encontrarle el punto y aunque voy mejorando poquito a poco, sigo teniendo problemas para que quede bien. Sin embargo, esta receta, que ya he probado varias veces, sale bien (je, je, por lo menos a mí). Supongo que es porque el bogavante es rico ya de por sí, y eso compensa que el arroz no esté en su punto perfecto ;-)

2 bogavantes, 1 cebolla, 1 sepia, 2 dientes de ajo, perejil, carne de pimiento choricero, 2 ó 3 colines o bastoncitos de pan, 5 vasitos de arroz, el doble de caldo de pescado.

Pasar por la cazuela los bogavantes cortados a trozos hasta que estén bien rojos. Retirar y reservar. En la misma cazuela, sofreír la cebolla picada con un poco de aceite. Cuando esté transparente, añadir la sepia cortada a dados pequeños.

Picar en el mortero el ajo, un poco de sal, el perejil y la carne del pimiento choricero (se pueden usar también ñoras). Cuando se haya convertido todo en una pasta, añadirlo a la cazuela. Se puede diluir con un poco de caldo caliente para que sea más fácil.

Removerlo bien todo y añadir entonces el arroz. Sofreírlo durante un buen rato, removiendo con una cuchara de madera.

Añadir el caldo de pescado hirviendo y dejar cocer el arroz unos quince o veinte minutos.

Cinco minutos antes de acabar la cocción, añadir el bogavante reservado.

Dejar reposar un par de minutos y servir.

A mí me gusta que tenga un poco de caldo, así que le pongo más líquido. De todos modos, hay que hacerlo con cuidado, porque el arroz puede absorber más líquido y pasarse (y lo digo :-( por experiencia)

El plato también se puede acabar en el horno.

viernes, 4 de abril de 2008

Berberechos de los pompones


Esta receta no tiene ningún secreto, es muy fácil, y seguro que es como la mitad de la población del país se come los berberechos, pero no puedo resistirme a colgarla por la acogida que tuvo en casa. Preparé los berberechos un mediodía e hicimos un picnic en la habitación de los pompones, que se los zamparon en un abrir y cerrar de ojos. Los dos mini pompones acabaron usando las conchas vacías como cucharas para tomarse el caldo que había quedado. Y por eso, en homenaje a mis pompones, que me vuelven loca, me llevan por el camino de la amargura y me hacen reír a mandíbula batiente, aquí tenéis la receta de los berberechos de los pompones (o los garrinets, a gusto del lector ;-))

1 kilo de berberechos, 2 cebollas tiernas, 3 dientes de ajo, 20 tomatitos cherry, aceite, sal y agua.

Compré unos berberechos frescos estupendos que tuve un montón de horas en agua y sal para que perdieran bien la arena.

Poner una olla al fuego con un chorro de aceite de oliva. Añadir las cebollas y los ajos picados y rehogar un poco. Cuando la cebolla esté transparente, añadir los tomatitos (se pueden usar tomates normales, cortados, despepitados, rallados...) cortados en trocitos pequeños.

Rehogar bien hasta que la mezcla empiece a tomar un poco de color. Añadir entonces medio vasito de agua, un poco de sal y los berberechos. Tapar y dejar que se vayan abriendo al vapor.

Cuando estén abiertos, espolvorear con perejil picado y servir.

Si hay pompones cerca, sacar la cámara de fotos :-)



miércoles, 19 de marzo de 2008

Satsumajiru (Sopa de miso con verduras)

Días después de la sopa anterior, fui a mi supermercado chino favorito (Balmes con Pelayo, en Barcelona) y compré todo aquello que hace falta en la cocina de cualquier adicto a las sopas japonesas. Mis amigos Quico y Chelo me regalaron sake y choya (un licor riquísimo, gracias, chicos ;-)) y me vine para casa con ganas de sopa. Así que me preparé un plato típico del pueblo de Satsuma y casi inmediatamente me entraron ganas de viajar.

Este plato tiene un montón de variaciones. He encontrado recetas con cerdo, con pollo y con un montón de verduras diferentes. Yo lo hice con las verduras que tenía en casa (y las que más me gustan).

1,5 litros de caldo de pescado (o dashi), 5 cucharadas de miso rojo, 50 gramos de brotes de soja, dos zanahorias, 5 setas shiitake secas, 2 cebollas tiernas, 1/4 de col china, un trozo de nabo daikon (yo lo encontré liofilizado y así lo usé).

Poner las setas shiitake a remojar en agua caliente. Dejar que se ablanden durante una hora.

Calentar el caldo hasta que hierva. (Yo usé caldo de pescado casero, así que lo dejé hervir un rato y le fui quitando la espuma.) Coger un par de cucharones de caldo y disolver en ellos el miso. Devolver el caldo con miso a la olla. Poner el fuego al mínimo.

Cortar las zanahorias, la col, las cebollas y el daikon en juliana. Cortar las setas shiitake en rebanadas. Añadir primero la zanahoria y las setas. Pasados unos minutos, añadir el resto de las verduras.

Dejar cocer un par de minutos y servir muy caliente.

Sopa clara de pollo y huevo

Estoy aprovechando los últimos días de frío para zamparme la mayor cantidad de sopas posible. El otro día me apetecía una sopa japonesa (vino Joan a cenar y me tenía que lucir ;-)) pero no tenía ni mirin, ni sake, ni dashi, ni nada de nada, así que me inventé esta receta que quedó muy buena y que encantó tanto al pomelo como al invitado.

1 pechuga de pollo, 6 setas shiitake secas, 2 huevos, salsa de soja, 1 litro y medio de caldo, aceite de oliva.

Poner las setas en remojo en agua caliente. Remojarlas durante una hora. Cortar el pollo en trozos pequeños. Rociarlos con la salsa de soja y dejar marinar media hora. Transcurrido ese tiempo, calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela y saltear el pollo hasta que quede dorado. Añadir entonces el caldo y el agua de las setas y llevar a ebullición. Dejar que hierva unos minutos.

Mientras tanto, cortar las setas a láminas. Añadir a la sopa. Batir los dos huevos y añadirlos poco a poco a la sopa, removiendo constantemente con unos palillos para que los huevos se hilen a medida que van cuajando.

Servir inmediatamente.

martes, 4 de marzo de 2008

Solomillo de cerdo glaseado


2 solomillos de cerdo, 4 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de miel, 2 dientes de ajo, semillas de sésamo.

Precalentar el horno a 200 grados. Limpiar la carne de grasa y colocarla en un recipiente ancho. Mezclar la salsa de soja con la miel y el ajo, y macerar la carne en esa mezcla durante una hora.

Rebozar la carne con las semillas de sésamo, intentando que quede bien cubierta. Colocar la carne en una bandeja o en una fuente llana de horno con el jugo de maceración. Asarla unos veinte minutos, tirándole su jugo por encima de vez en cuando. Tapar con papel de aluminio y cocerla 15 minutos más.

Cortar la carne en rodajas y reservar caliente. Colocar todo el jugo de cocción en una olla pequeña y cocer removiendo constantemente hasta que espese.

Servir la carne con la salsa.

Champiñones con olivas


Esta es una receta búlgara, o al menos eso creo ;-) Tengo varios libros de cocina internacional (que colecciono y que mis amigos más viajeros tienen a bien traerme desde todos los rincones del mundo) y en uno de ellos aparece esta receta, que es fácil y rica. Y me encanta pensar en la gastronomía búlgara. No es algo sobre lo que uno reflexione todos los días.

400 gramos de champiñones en láminas, 2 ajos picados, 100 gramos de olivas negras en láminas, 2 cucharadas de tomate triturado, 2 cucharadas de vino blanco, 1 cucharadita de azúcar, 1 limón, 1 cebolla tierna en juliana, perejil, aceite y sal.

En una sartén freír a fuego vivo los champiñones y el ajo durante unos minutos. Reducir el fuego y añadir las olivas, el tomate triturado y el vino. Dejar cocer 2 ó 3 minutos.

Añadir el azúcar, el zumo del limón y la cebolla tierna. Salar y espolvorear con abundante perejil picado.

Cocer unos minutos más y servir.

Es un acompañamiento exquisito, y es curioso lo bien que combinan el tomate, el limón y las olivas con los champiñones.

Bizcocho de plátano


Aix. Ando muy ocupada con el trabajo y otras viandas y no puedo sentarme a escribir todo lo que me gustaría. Tampoco puedo dedicarme a cocinar tanto como en otras épocas y la verdad es que lo echo de menos. Además, es curioso, pero cuanto menos cocino, más engordo :-)

Podría empezar una nueva sección titulada "recetas para HEMC que no llego a enviar a tiempo". Es la segunda o la tercera vez que me quedo con la receta y la foto preparadas, pero sin publicar. Pero como igualmente son cosas que han quedado ricas, voy a aprovechar ahora que estoy entre dos trabajillos (aunque admito que debería estar trabajando) para publicar alguna receta.

2 tazas de harina, 4 huevos grandes, 2 plátanos pequeños en puré (1 y 1/2 si son grandes), 1 taza de mantequilla, 1 taza de azúcar, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1 cucharadita de azucar con vainilla, 1/4 cucharadita de sal y media cucharadita de nuez moscada.

Precalentar el horno a 175 grados. Preparar un molde de plum cake forrándolo con papel vegetal o untándolo con mantequilla.

Mezclar la harina, el polvo de hornear, la sal y la nuez moscada. Mezclar en otro recipiente un huevo, el puré de plátano y el azúcar con vainilla. Batir bien. Reservar.

En un bol grande, batir la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla sea muy esponjosa. Añadir los tres huevos de uno en uno, batiendo enérgicamente después de añadir cada uno. Añadir un tercio de la mezcla de harina y mezclar bien. Añadir la mitad de la mezcla de plátano y batir bien. Volver a añadir harina, plátano y terminar con harina, batiendo bien tras cada incorporación.

Colocar la masa en el molde y cocer entre 45 minutos y una hora, hasta que el bizcocho suba y al pincharlo con un palillo o un cuchillo, este salga limpio. Colocar el molde sobre una rejilla para que se enfríe.

La nuez moscada le da al bizcocho un sabor muy particular. El bizcocho queda bastante denso y es delicioso con cualquier tipo de salsa o helado, aunque con salsa de chocolate puede ser un poco pesado.

En casa se chuparon todos los dedos... particularmente Joan, mi hijo adoptivo :-P

miércoles, 30 de enero de 2008

Estofado de ternera al vino tinto


Seguimos con los platos de frío, de cuchara, de siesta, de sobremesa larga y de michelines o "love handles", que me parece un nombre magnífico.

Leímos la receta en un libro, la probamos y ahora el plato es un clásico de casa. Está riquísimo y es muy fácil de preparar.

1 kilo de carne de ternera cortada en cubos, harina para rebozar, 300 gramos de beicon, 8-10 cebolletas cortadas a cuartos, 300 gramos de champiñones troceados, medio litro de vino tinto, medio vaso de tomate triturado, dos litros de caldo de ternera, medio kilo de patatas, 1 ramillete de hierbas.

Salpimentar la carne, rebozarla en la harina y freír en una cazuela a fuego vivo. Cuando la carne esté dorada, retirar de la cacerola y reservar. En la misma sartén, freír el beicon hasta que se dore, retirar y reservar junto con la carne. Freír entonces las cebolletas y los champiñones hasta que se doren. Retirar y reservar aparte.

Verter el vino tinto en la cazuela y remover bien con una cuchara de madera. Añadir el tomate triturado, el caldo y las hierbas. Introducir la carne y el beicon y llevar a ebullición. Dejar cocer a fuego lento durante una hora. Añadir entonces las cebolletas, los champiñones y las patatas troceadas.

Dejar cocer una hora más, hasta que la carne esté muy tierna. Servir en plato hondo, coger una cuchara y... buen provecho.

domingo, 20 de enero de 2008

La sopa de Zanzíbar



En septiembre tuve el placer de conocer a Nino, un tipo encantador, divertido y muy gracioso con el que apenas compartí una noche de fiesta, pero con el que hablé un montón de lo divino y lo humano, y especialmente, de comida. Cuando ambos nos dimos cuenta de que compartíamos pasión, empezamos a hablar de recetas, restaurantes y delicias culinarias, y Nino, que frecuenta Zanzíbar con asiduidad, me contó que existe una sopa que revive a los muertos y que en la isla se toma para desayunar. Eso sí, muy temprano, porque si uno tarda en llegar a la playa, se encuentra con los enormes bidones en los que la preparan completamente vacíos.

No pude resistirme y al cabo de unos días probé la sopa. La preparé en casa siguiendo meticulosamente las instrucciones de Nino, y la verdad es que resultó ser exquisita, y, de verdad, un elixir de salud que aviva y cura cualquier dolor o mal. Cada vez que ando resfriada, baja de moral o con cualquier otra dolencia, miro qué tengo en la nevera y organizo versiones de esta sopa, añadiendo, eso sí, las especias que le dan su sabor.

La copio totalmente de memoria. Nino me repitió la receta muchas veces para que no la olvidara y además me obsequió con unas fotos que incluyo aquí. Espero no equivocarme en nada ;-)

1 pollo pequeño, verduras de caldo (zanahorias, nabos, puerros, cebollas...), pimienta verde, ajo, jengibre fresco, comino, aceite de oliva, agua.

Nino me explicó que en Zanzíbar usan unos pollos pequeños y delgados, que una vez deshuesados apenas tienen 400 gramos de carne, así que podéis hacerlo con un pollo pequeño o con las partes del pollo que más os gusten.

Poner un par de litros de agua al fuego. Añadir el pollo troceado y las verduras en juliana. Dejar cocer entre media hora y una hora, hasta que el pollo esté bien cocido y el caldo haya adquirido un color opaco.

En un mortero, picar unos dientes de ajo con un puñado de sal. Añadir pimienta verde en grano, un trozo de jengibre y un puñado de comino. Picar hasta conseguir una pasta homogenea. Diluirla con un poco de aceite de oliva. Añadir la mitad de la pasta a la sopa y dejar cocer cinco o diez minutos.

Justo antes de servir, añadir la otra mitad de la pasta. Servir un bol de sopa con verduras y un trozo de pollo.

Nino me explicó que si queda bien, quedan unas gotitas de grasa en la superficie, mezcla de la grasa del pollo y el aceite de oliva, y que el color de la sopa debe ser un poco verdoso, por el jengibre y la pimienta verde.

Yo, personalmente, deshueso el pollo antes de servirlo y me lo pongo en cómodos pedazos del tamaño de un bocado, porque me gusta tomar la sopa sin interrupciones.

El aceite de oliva es una feliz incorporación de Nino a la receta tradicional. Tras probar la sopa con y sin aceite de oliva, solo puedo recomendar su uso. Además, el olor que queda en el mortero es una delicia.

Como veréis en las fotos de Nino, en Zanzíbar se hacen dos versiones de la sopa: de pollo y de pulpo. No he probado la versión con pulpo y no sé si se prepara igual que la de pollo, pero se lo preguntaré en cuanto vuelva a hablar con él (que espero sea pronto ;-))