2 solomillos de cerdo, 4 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de miel, 2 dientes de ajo, semillas de sésamo.
Precalentar el horno a 200 grados. Limpiar la carne de grasa y colocarla en un recipiente ancho. Mezclar la salsa de soja con la miel y el ajo, y macerar la carne en esa mezcla durante una hora.
Rebozar la carne con las semillas de sésamo, intentando que quede bien cubierta. Colocar la carne en una bandeja o en una fuente llana de horno con el jugo de maceración. Asarla unos veinte minutos, tirándole su jugo por encima de vez en cuando. Tapar con papel de aluminio y cocerla 15 minutos más.
Cortar la carne en rodajas y reservar caliente. Colocar todo el jugo de cocción en una olla pequeña y cocer removiendo constantemente hasta que espese.
Servir la carne con la salsa.
3 comentarios:
Hoy te he descubierto y casualmente tenía yo unos solomillos, asi que hoy comemos solomillos glaseados, luego te cuento ;).
Un beso
Buenísimo, le he añadido un poco de cayena (soy adicta al picante), jo como te agradezco esta receta.
Un beso
Hola, Mònica.
Yo también he chafardeado por tu blog, y tiene muy buena pinta ;-) Cuando empiecen las vacaciones y tenga más tiempo, me lo miraré con más detenimiento, a ver qué te copio :-P
Me alegra que te haya gustado la receta. A mis hijos les gusta mucho el solomillo de cerdo y hay un montón de recetas asiáticas que lo usan combinado con verduras, así que lo uso bastante.
Probaré lo de la cayena. Yo también soy picanteadicta :^D
Besos!
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