martes, 14 de septiembre de 2010

Pescado marinado al estilo coreano


Bueno, después de una larga pausa y de que alguien a quien tengo en muy alta estima me tirara de las orejas por tener el blog tan abandonado (gràcies, Maria Lluïsa), me he puesto como objetivo colgar al menos un par de recetas a la semana. Porque de hecho, no será por falta de inspiración o de platos (tengo una carpeta llena de fotos esperando pacientemente su publicación), sino únicamente por falta de tiempo, o quizás mejor, de organización. Así que voy a ver si consigo organizar mejor el tiempo que tengo y mantener el blog más actualizado. Os permito que me tiréis de las orejas todo lo que haga falta si veis que vuelvo a distraerme ;^)

Digo que este plato es coreano porque así lo indicaba en mi recetario asiático, aunque tanto por los ingredientes como por el sabor, diría que la influencia japonesa es clara. De todos modos, venga de donde venga, es una manera fácil de hacer pescado y de disfrazarlo ante los paladares más caprichosos, como por ejemplo, curiosamente, el del pomelo, que no es muy fan del salmón.

Varios filetes de salmón (para esta cantidad de marinada yo usé ocho), 4 dientes de ajo, una cucharadita de jengibre en polvo, 1 cucharadita de pimentón (yo mezclé picante y dulce para que fuera apto para pompones), 2 cucharaditas de azúcar, 6-8 cucharadas de salsa de soja y una cucharada de vinagre de arroz.

Es muy, muy fácil de hacer. Sólo hay que mezclar todos los ingredientes menos el pescado y rociar con esa marinada los filetes de salmón. Yo los dejé macerándose entre media hora y tres cuartos. Después se hacen vuelta y vuelta a la plancha, hasta que estén cocidos (aunque a mí me gusta que el salmón quede un poco crudo por dentro). Finalmente, cuando hayáis retirado del fuego todos los filetes, podéis poner el resto de la marinada al fuego un par de minutos hasta que espese un poco y adquiera la consistencia de un caramelo. Napáis (cómo me gusta esta palabra ;^)) el pescado con la salsa y servís.

La foto es horrible porque era tarde y en mi comedor hay muy poca luz (nos gustan las veladas íntimas), pero supongo que cogéis la idea. Esta vez acompañamos el pescado con una ensalada de pasta con huevo duro, tomate y cebolla, y yo la aliñé con vinagre de umeboshi, todo un descubrimiento que podéis encontrar en tiendas de dietética.

2 comentarios:

Mònica dijo...

Doncs jo també dono les gràcies a la Maria Lluïsa per fer-te tornar ;-). M'encantesn les teves receptes asiàtiques.
Una abraçada i en marxaaa!

Paula dijo...

Ah! Gràcies! Ets un solete! Petons.