domingo, 20 de enero de 2008

La sopa de Zanzíbar



En septiembre tuve el placer de conocer a Nino, un tipo encantador, divertido y muy gracioso con el que apenas compartí una noche de fiesta, pero con el que hablé un montón de lo divino y lo humano, y especialmente, de comida. Cuando ambos nos dimos cuenta de que compartíamos pasión, empezamos a hablar de recetas, restaurantes y delicias culinarias, y Nino, que frecuenta Zanzíbar con asiduidad, me contó que existe una sopa que revive a los muertos y que en la isla se toma para desayunar. Eso sí, muy temprano, porque si uno tarda en llegar a la playa, se encuentra con los enormes bidones en los que la preparan completamente vacíos.

No pude resistirme y al cabo de unos días probé la sopa. La preparé en casa siguiendo meticulosamente las instrucciones de Nino, y la verdad es que resultó ser exquisita, y, de verdad, un elixir de salud que aviva y cura cualquier dolor o mal. Cada vez que ando resfriada, baja de moral o con cualquier otra dolencia, miro qué tengo en la nevera y organizo versiones de esta sopa, añadiendo, eso sí, las especias que le dan su sabor.

La copio totalmente de memoria. Nino me repitió la receta muchas veces para que no la olvidara y además me obsequió con unas fotos que incluyo aquí. Espero no equivocarme en nada ;-)

1 pollo pequeño, verduras de caldo (zanahorias, nabos, puerros, cebollas...), pimienta verde, ajo, jengibre fresco, comino, aceite de oliva, agua.

Nino me explicó que en Zanzíbar usan unos pollos pequeños y delgados, que una vez deshuesados apenas tienen 400 gramos de carne, así que podéis hacerlo con un pollo pequeño o con las partes del pollo que más os gusten.

Poner un par de litros de agua al fuego. Añadir el pollo troceado y las verduras en juliana. Dejar cocer entre media hora y una hora, hasta que el pollo esté bien cocido y el caldo haya adquirido un color opaco.

En un mortero, picar unos dientes de ajo con un puñado de sal. Añadir pimienta verde en grano, un trozo de jengibre y un puñado de comino. Picar hasta conseguir una pasta homogenea. Diluirla con un poco de aceite de oliva. Añadir la mitad de la pasta a la sopa y dejar cocer cinco o diez minutos.

Justo antes de servir, añadir la otra mitad de la pasta. Servir un bol de sopa con verduras y un trozo de pollo.

Nino me explicó que si queda bien, quedan unas gotitas de grasa en la superficie, mezcla de la grasa del pollo y el aceite de oliva, y que el color de la sopa debe ser un poco verdoso, por el jengibre y la pimienta verde.

Yo, personalmente, deshueso el pollo antes de servirlo y me lo pongo en cómodos pedazos del tamaño de un bocado, porque me gusta tomar la sopa sin interrupciones.

El aceite de oliva es una feliz incorporación de Nino a la receta tradicional. Tras probar la sopa con y sin aceite de oliva, solo puedo recomendar su uso. Además, el olor que queda en el mortero es una delicia.

Como veréis en las fotos de Nino, en Zanzíbar se hacen dos versiones de la sopa: de pollo y de pulpo. No he probado la versión con pulpo y no sé si se prepara igual que la de pollo, pero se lo preguntaré en cuanto vuelva a hablar con él (que espero sea pronto ;-))

3 comentarios:

Marona dijo...

Yo hago una sopa muy parecida, pero con el pollo con hueso y todo, luego, antes de comer la sopa, lo deshueso y ¡ya está! la llamamos la "sopa de enfermo" :D
La mezcla de especias es lo que no se me había ocurrido. Yo le pongo una cucharada de crema fresca con rábano picante. Ten por seguro que probaré la receta de Nino! Muchas gracias por compartirla.
Un abrazo!

Paula dijo...

Hola, Marona.

Sí, el caldo no tiene mucho misterio, es un caldo de pollo y verduras y ya está. Lo que le da el toque que levanta a los muertos es la mezcla de especias, en especial la parte que se añade al final. Queda picante, especiada y muy rica ;-)

De hecho, en la receta de Nino el pollo también va entero, con sus huesos y tal. Yo es que soy una comodona y me gusta desmenuzarlo después, pero se puede probar como sea.

Yo también la he probado con arroz, con caldo de pescado, con pasta... Últimamente la preparo a todas horas :-)

Nino también me explicó que se puede hacer el caldo con las verduras y preparar el pollo al horno o a la brasa bien cubierto por la mezcla de especias, o marinar el pollo antes de usarlo.

En fin, las variaciones son infinitas y no dudo que probaré unas cuantas :-D

Me alegro de leerte, guapa.

Besos!

EL HAMBRE EN PUNTO dijo...

Efectivamente, en el mercado de Stone -town, tienen una habitación especifica para que tu mismo te mates y peles el pollo... dios santo, vi esa sopa y la probé, deliciosa, máxime porque me fijó las nauseas de la visión de ese mercado. Curioso si... carritos donde servia pulpo cocido con una suerte de mojo picantisimo... muy parecido al estilo a feira, eso si cortado con un cuchillo sobre una tabla de madera... oler... si olia bien jejeje.

Me encanta tu blog, con tu permiso me lo pondre en el mio.

saludos.