jueves, 6 de septiembre de 2007

Banoffee o Banoffi


Probé este plato por primera vez hace un montón de años... 13, más o menos, en Inglaterra. Me encantó, me pareció una de las cosas más deliciosas que había probado, pero habría desaparecido para siempre de mi espectro culinario de no ser por mi amiga Gillian, que un día nos invitó a comer a su casa y nos lo ofreció de postre. Desde ese día, lo hacemos a menudo, porque se ha convertido en uno de los dulces favoritos de mi pomelo, y porque es fácil de hacer y queda estupendo.

1 paquete de galletas de jengibre (en su defecto, galletas Digestive, Granola o de cereales), 50 gramos de mantequilla, cuatro o cinco plátanos, un bote de dulce de leche (o un bote de leche condensada hervido durante tres horas, totalmente cubierto de agua), 500 gramos de nata montada, virutas de chocolate.

Triturar bien las galletas, hasta que queden bien molidas, como una harina gruesa. Fundir la mantequilla y mezclarla con las galletas. Trabajar hasta que toda la harina de galleta esté humedecida. Colocar la mezcla en un molde y apretarla bien con las manos, para formar la base del postre. Guardar en la nevera unos diez minutos.

Transcurrido ese tiempo, cortar los plátanos a rodajas y colocarlos encima de la base de galleta. Cubrirlos con dulce de leche (para trabajarlo mejor se puede calentar un poco). Cubrir todo con la nata montada y espolvorear con las virutas de chocolate. Dejar reposar en la nevera un buen rato antes de servir.

He leído muchas cosas sobre este postre, y el presunto autor de la receta se muestra indignado con esta versión que os acabo de contar :-) Él dice que la base tiene que ser de masa, una masa igual a la preparada para la pasta frola, una especie de masa quebrada pero con huevo. Personalmente, esta receta es la que a mí más me gusta. Si queréis, probad las dos versiones y nos contáis.

Por cierto, la receta que se dice que es la original, pone primero el dulce de leche, y encima los plátanos cortados a lo largo en lugar de en rodajas. Yo creo que esta es la manera más práctica y más deliciosa de hacer el banoffee, pero para gustos, los colores.

Pasta frola


La pasta frola es una de esas recetas que me transportan automáticamente a la infancia. No sé si es que mi madre la hacía a menudo, o que se comía en fiestas y reuniones y eso la convertía en un plato especial, pero lo cierto es que me sigue encantando hoy como entonces. El otro día me atreví, por fin, a hacerla yo misma, y la verdad es que quedó deliciosa. Para hacerla, usé la receta del Crandon, el libro de cocina más famoso de Uruguay.

2 tazas de harina, 1/2 taza de azúcar, 2 cucharaditas de polvo de hornear, 1/2 cucharadita de sal, 1/2 taza de mantequilla, 2 huevos, 1 cucharadita de ralladura de limón, 1/2 cucharadita de esencia de vainilla, 600 gramos de dulce de membrillo.

Mezclar la harina con el azúcar, la sal y el polvo de hornear. Añadir la mantequilla y trabajar hasta que la mezcla quede como pan rallado o serrín (vaya dos imágenes más parecidas :-)). Añadir entonces los huevos, la esencia de vainilla y la ralladura de limón y trabajar hasta que quede una masa elástica que se despegue de las manos.

Extender una base de masa sobre un molde previamente engrasado y enharinado, o cubierto con papel parafinado. La masa se rompe con facilidad, pero se arregla igual de fácilmente.

Batir el dulce de membrillo con un poco de agua hasta que pierda su consistencia y quede más fino. Rellenar la masa con este dulce y utilizar el resto de masa para hacer un enrejado encima del relleno.

Hornear a 190 grados durante media hora o cuarenta minutos, o hasta que la tarta esté dorada y el dulce de membrillo burbujeante. Dejar enfriar y servir.

Es importante que el dulce de membrillo sea de buena calidad, a ser posible artesanal, porque es el sabor dominante del pastel. También es muy importante que se enfríe bien, o se os desmontará todo al servirlo. Hay gente que lo empolva con coco rallado por el borde. También se le puede extender una finísima capa de miel o de mermelada antes de sacarlo del horno, para que quede dorado y brillante.